Reflexión # 2

A 200 km/h la vida se ve distinta ¿Sabes? que como lo se, esque esta mañana me he levantado, como algunas mañanas, sin objetivos, con ganas de que el mundo se quedara parado en algun instante bonito para contemplarlo, dia tras dia, pero no, sabia que eso era imposible, y derrepente vi aparcada mi moto, mi ducati roja, y una luz se ilumino, me puse mi casco y me fuí. Al principio no me atrevia a darle potencia, pero derrepente, vinieron a mi todos esos recuerdos malos, imagenes del pasado congeladas en el tiempo, que me recordaban como habia sido mi vida, y aceleré, y me iba sintiendo bien, llevaba siete horas encima de mi moto pero me daba igual, no tenia hambre, no tenia sueño, no tenia sed, tenia ganas de acelerar, y de no parar, de seguir, y derrepente, vi que habia llegado a 200, y no era suficiente, pero derrepente noté, la adrenalina en mi cuerpo, habia llegado al extasis, y sin más las imagenes en mi cabeza empezaron a cambiar, y con ellas empecé a caer en picado, y caía pensando en mis dos niñas, esas que fueron como hermanas para mi, y en mi abuelo, estaba segura de que no le hubiera gustado que me hubiera pasado nada, y es entonces cuando el miedo empezó a calarse en mis huesos y empecé a frenar, y empecé a pensar que no tenia amortiguador, solo estabamos mi moto y yo, y ella no me iba a proteger, iba a ser mi cuerpo el que se rasgara, el que se lastimara y gire, y volví a casa, y volví a 120km/h que la vida se ve mucho más lenta, y observas mejor los buenos momentos , y aprendes a contemplar los momentos de tristeza, desolación y odio. Porque no solo los buenos momentos pueden ser una obra de arte.